domingo, abril 30, 2023

Mi hermana me cuenta historias fantásticas


Mi hermana me cuenta historias fantásticas. No sé si se deba al parche que le puse ayer por la mañana, aunque el resto del día “actuó de manera normal” … Pero qué estoy diciendo, cuál es la normalidad de alguien que lleva tres meses en cama, que recibió dos quimios, que se le inyectó mucha morfina y además fue medicamente desahuciada, pero sigue viva y en casa; eso sí, viva pero con veinte kilos menos, las venas casi deshechas, con el cuerpo y la vida destrozada por el cáncer.

viernes, agosto 27, 2021

Humana



Todas somos esa ninfa mitad fauno, bailando en el centro de un bosque bajo la mira del cazador disimulado. También el ojo clavado en el lente, por decirlo de algún modo; las ansias que aspiran detener el latido de nuestra existencia, que al mismo tiempo sólo buscan un poco de trascendencia a través de la conquista, el tiro perfecto, la posesión violenta. Somos lo “Otro”, y la unidad misma.

miércoles, febrero 10, 2021

Monstruo



Agarré a cada uno de mis monstruos y los eché a un costal, caminé y caminé por el monte durante horas. Iba descalza, con una falda de algodón mal zurcida, con las tetas al aire. No me importaba nada, ni el rayo de sol chamuscándome la espalda, ni las espinas, ni las piedras, ni las víboras y las tarántulas. Nada. Nada más allá de acabar con los gatos posesos de mí.

miércoles, julio 29, 2020

Sobre la belleza





A muchas de nosotras, en algún momento de la infancia o pubertad, una especie de mano incorpórea -empuñada por toda la familia y la sociedad- nos coloca un viejo, pesado e invisible espejo sobre las manos pequeñas, que nos atrae incesantemente a lo largo de la vida, nos convence de lo carente que somos de belleza real, y multiplica los defectos internos y externos. Este objeto nunca se cansa de vociferar lo mucho que nos falta alcanzar para ser perfectas. Así de perverso es ese instrumento. Y no sólo eso, un día la voz susurrante de dicho reflejo se sustituye por la nuestra, y así todos los insultos diarios hacia nosotras y algunas otras, salen de nuestra propia boca.

¿Les suena? Ese maldito espejo no es más que el mito de la belleza, que se engrandece más y más con las modas y los estereotipos fijados por cada sociedad y época. ¿Recuerdan cuándo fue la primera vez que juzgaron como “fea” alguna parte de su propio cuerpo?

¿Recuerdan cuándo fue la primera vez que sintieron vergüenza por algo de su aspecto, o si alguna vez desearon ser otra persona? ¿Recuerdan la primera vez que se encontraron un “defecto” físico?